El DDT es un potente insecticida que fue muy empleado a comienzo de los 80. La mezcla técnica de DDT está compuesta básicamente por tres compuestos, el p,p’-DDT (aproximadamente un 85 %), o,p´-DDT (15 %) y o,o’-DDT a nivel de trazas. Por hidrocloración se metaboliza a DDE, esta reacción tiene lugar principalmente en los seres vivos catalizada por el enzima deshidroclorinasa. No obstante, también puede degradarse en sedimentos y suelos para dar DDD (en condiciones anaeróbicas) y/o DDE.
pp’-DDD (ClC6H4)2CHCHCl2
pp’-DDE C14H8Cl4
pp- DDT C14H9Cl5
El DDT es un compuesto muy persistente en el medio ambiente. Su degradación tiene lugar muy lentamente y sus productos de degradación, DDE y DDD, son también muy persistentes y presentan propiedades químicas, físicas y toxicológicas similares al producto original. Todos ellos poseen una elevada tendencia a bioacumularse en los seres vivos y la exposición a estos compuestos se ha asociado a efectos teratogénicos, disrupción del sistema endocrino, efectos a largo plazo relacionados con el sistema nervioso y disfunciones hepáticas. El DDT es además muy tóxico para los organismos acuáticos y aves. Tanto este compuesto como sus derivados están incluidos en la lista de los denominados contaminantes orgánicos persistentes (POPs), cuya producción y uso debe eliminarse a nivel mundial. A pesar de estar prohibido en la mayoría de los países desde hace casi tres décadas es un contaminante comúnmente detectado en los diferentes compartimentos ambientales. La producción mundial de DDT se ha cifrado en 2.8-3 millones de toneladas, de las cuales en España se utilizaron de 10.000 a 100.000 toneladas.
Fin
Hace 15 años
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